Día 33: De la Puebla de Labarca a San Vicente. ¡Ay río, quién fuera río para llevar en el talle las flores de los almendros!
Hoy toca poesía. Para los que no les gusta, prometo que luego hablaré de más cosas…
Así que, sin más preámbulos, empezamos con…
LA LECTURA DEL DÍA
Romance del Ebro, de José Alfonso de Gabriel y Sánchez del Río (1928-1949)
«Se quebró la superficie
porque se posaba un ángel,
y el río por contemplarlo
paró su curso un instante.
Las pulseras de las ondas
pronto se hicieron collares
y a la garganta del río
se unieron para adornarle.
Gemas azules, turquesas
y zafiros ancestrales.
¡Qué bonito estaba el río
desnudo y sin desnudarse,
sin naves en su corriente,
sin nubes en sus cristales,
sin palomas en su espuma…,
solamente con un ángel!
¡Ay río, quién fuera río
para llevar en el talle
las flores de los almendros,
las rosas de los rosales
y el reflejo de la Virgen
del Pilar de los pilares!»
José Alfonso Gabriel había nacido en Madrid en una familia de vieja tradición hidalga. ¿Dónde conoció el Ebro? Aunque hace una referencia a Zaragoza, muy probablemente sus recuerdos infantiles procedan de esta zona de la Rioja.
Su padre, Alfonso de Gabriel y Ramírez de Cartagena, que mucho más tarde recuperó el viejo título de marqués de Valdehoyos, se había casado con una joven de Haro. La familia debía visitar la Rioja alta en donde el progenitor hizo sus pinitos estudiando algunos edificios históricos.
Uno de sus puntos de atención era el monasterio de Santa María de la Estrella, en el término de San Asensio, situado a escasos metros del Ebro.Ya he hablado, y me he hospedado, de algunos monasterios. Aún habrá más, porque si no era habitual que, como este de la Estrella, fueran ribereños, eran bastante numerosos en la banda de diez o veinte kilómetros del curso del río.
Actualmente es un monasterio regentado por los hermanos de La Salle:
Pero su historia reciente, como la de tantos otros monasterios es bastante penosa. Había sido fundado por los Jerónimos que en 1419 «desdoblaron» el monasterio cercano que tenían cerca de Miranda de Ebro (el de San Miguel del Monte, otro de la lista ebreña, a solo 5 km. del río). Como todos los monasterios fue desamortizado, nacionalizado y vendido a medisdos del XIX.
De un artículo de Alfonso de Gabriel padre es la siguiente descripción de su estado en 1946 (Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, tomo LI, p.233):
«A treinta kilómetros de Logroño y a doce de Haro, en un altozano dando frente a la villa de San Asensio (…) se encuentra a la sazón una magnífica finca, mitad recreo mitad granja, en la que casi traspasados sus umbrales,instintivamente se va nuestra vista hacia las doradas piedras que acaricia el sol, como en compensación de los rigores a que han estado sometidas por la inclemencia del tiempo. (…)
Con sana curiosidad no exenta de emoción, husmeamos sobre el terreno haciendo toda clase de conjeturas a cada nuevo descubrimíento de nuestros atónitos ojos, quedando no menos atónitos al pensar que pueda haberse perdido tanta belleza, quizá porque el empobrecido erario en tiempo no contara con recursos para remediarlo y quien pudo, o no fué suficientemente altruista, o no supo apreciar el valor de esas pruebas indubitables para un pueblo que tiene historia.»
Prudente, De Gabriel no hace mención a las secuelas de la desamortización, que conllevó la mayor pérdida del patrimonio cultural e histórico español, mayor que la de todas las guerras de los últimos dos siglos. Pero pone algunas imágenes:
«Lamentable es que estas joyas patrias vayan desapareciendo, y tal sucedió con el Monasterio de Nuestra Señora de la Estrella, que estuvo enterrado materialmente, durante muchos años, hasta el extremo que sobre sus diversas dependencias se cultivó una viña, diciéndose que así convino para ocultarlo y defenderlo del vandalismo de los franceses y de la secularización de los bienes de la Iglesia, cuando esta irreverente medida se estimó como acierto político del más genuino liberalismo.
Esta tierra riojana es muy culta y muy noble, y tan estimables condiciones las reúne el hoy propietario de la finca que probablemente guarda los restos de «Navarrete el mudo», conocido también por el «Tiziano español», debiéndose a aquél el descubrimiento de sus seculares muros, criptas, artesonados y enterramientos (…) Hay que confiar en el interés que han despertado las excavaciones realizadas y en el celo de este riojano de corazón y madrileño de nativitate, para sospechar, bien fundadamente, que las investigaciones se continuarán«.
EXTRA, EXTRA!
Aprovecho la ocasión para traer a este blog a un pintor ebreño. Juan Fernández de Navarrete (1526 o 1538-1579) nació en Logroño, pero en su adolescencia se inició en el arte de la pintura precisamente en este monasterio jerónimo de la Estrella. Viendo sus dotes lo envían a Italia a perfeccionarse. A pesar de que era mudo, aprendió lengua de signos entre los monjes, lo que no impidió que viajara y aprendiera el oficio, puede que incluso con el mismo Tiziano. Al morir pidió que lo enterraran en este monasterio a orillas del Ebro.
Influido en su pintura paisajística por la escuela flamenca, he encontrado este cuadro que bien pudiera representar alguno de los dos monasterios jerónimos próximos al río.
¡EXTRA, EXTRA, EXTRA!
El joven poeta con el que empezaba esta entrada no era solo un chico serio. Tenía su lado humorístico y cabaretero. He encontrado una canción, «Cómo está el mundo, señor Macario«, cuya letra fue escrita por nuestro José Alfonso cpn música de Luis de Urquijo. No tiene nada que ver con el Ebro ni con los temas tan serios que suelo tratar. Os vendrá bien para desintoxicarse de ellos.
La podéis escuchar aquí. Esta es la letra:
«Denantes con un duro eras el amo.
Podías a tu novia convidar,
vivir en el Palace una semana,
y hoy cuesta un duro, el respirar
El tiempo que tardabas de la “Bombi”*
al centro de Madrid en un simón
te lleva a Nueva York un aeroplano
y ¿qué haces tan temprano en Nueva York?
Cómo está el mundo, señor Macario
Cómo está el mundo, corre que corre velocidad
Con tanta radio y con tanto cine
¿vamos palante o vamos patrás?
Cómo está el mundo, señor Macario
Corre que corre, velocidad
¡Tanto adelanto para hacer churros!
Y es que está loca la humanidad
Tomar café con media era barato
De vidrio era el vasito, blanco el pan
Lo qué es café-café ya se ha olvidao
Y ahora las medias, son de cristal
La niña topolina es la que priva
La vieja carabina arrinconá
Pelar la pava un día ya no se estila
Ya no se pela, ni pa Navidad
Cómo está el mundo, señor Macario
Corre que corre, velocidad
Con tanta radio y con tanto cine
¿vamos palante o vamos patrás?
Cómo está el mundo, señor Macario
Corre que corre, velocidad
¡Tanto adelanto para hacer churros!
Y es que está loca la humanidad.»
(* La «Bombi» es el parque de la Bombilla, cerca de la estación del norte de Madrid)
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