Día 36: Miranda de Ebro. El Combate de Ameyugo.
Hasta ahora en este blog han aparecido no pocas guerras y batallas, pero no he hecho mención aún de la conocida como guerra de la independencia por los españoles, guerra peninsular por los ingleses y guerra de España por los franceses. Aprovecho este día de descanso en Miranda, que fue una plaza fuerte francesa clave en su red de comunicaciones, para tratar de algunos aspectos de ese conflicto con un ejemplo.
Los franceses tenían un potente y bien organizado ejército. A los españoles les llevaría más de cinco años echarlos del país y necesitaron de una ayuda decisiva de ingleses y portugueses. Pero las luchas, hambres, enfermedades y calamidades supusieron posiblemente la mayor catástrofe bélica y social de ests tierras, por encima de las guerras civiles que se sucederian después durante más de un siglo. Para una pobación que era cuatro veces menos que la actual, la cifra de muertos parece haber sido superior al medio millón, a los que añadir otros 300.000 más de los ejércitos extranjeros, la mayor parte franceses y sus aliados (italianos, alemanes, polacos, suizos…), pero también ingleses, portugueses, e incluso algunos rusos…
El ejército francés tuvo que hacer frente a dos guerras al mismo tiempo. una con los ejércitos regulares, en batallas clásicas en las que casi siempre vencieron, hasta que la ofensiva de Wellington en 1813 les arrolló. La otra guerra era contra las partidas de guerrilleros. Al lado de los regimientos clásicos, Napoleón organizó unidades de gendarmería para combatirlos. La más importante se llamó Legión de Gendarmería a caballo de Burgos. Pero con el tiempo las guerrillas controlaron la mayor parte del territorio y los franceses se limitaron a ocupar las plazas clave, como los puentes sobre el Ebro, y lanzaban ofensivas sobre las guerrillas, con mediano éxito.
Esta historia es de avanzada la guerra, en 1812, cuando Napoleón reclamó a parte de sus mejores unidades para la malhadada invasión de Rusia. En España sus soldados tenían las perspectivas cada vez más oscuras…
LA LECTURA DEL DIA
La gendarmerie française en Espagne et en Portugal, 1807-1814 (1898), de Emmanuel Martin (1852-1927)
(Era verano del 12. El clero castellano impulsaba por todos los medios a los habitantes para que tomaran las armas contra los franceses…)
“Para poner término a estos movimientos, el general Rey decidió atacar a la cabeza y el 13 de junio de 1812 mando arrestar al arzobispo de Burgos, a quien la gendarmerie llevo detenido a Madrid.»
(Unos pocos días más tarde…)
“…la diligencia postal que comunica Francia con Madrid salía de Miranda de Ebro, escoltada por 66 gendarmes a pie, 12 a caballo y 55 soldados de un regimiento de línea, bajo las órdenes del subteniente Clerjeaud. Habiendo sido avisado Longa (un jefe guerrillero de 29 años que se movia en torno al alto Ebro y sus alrededores) por sus espías, se dispuso a atacar la columna para apoderarse del correo. Situó a sus 500 caballeros escondidos en Ameyugo, preparados para efectuar una carga, y sus 2500 infantes se emboscaron en las alturas que rodeas a este población.”
(Exageradas parecen estas cifras ya que no debía ser nada fácil esconder 500 caballos y jinetes en un pueblo que debía contar solo con medio centenar de casas.. Ameyugo se encuentra en el camino real que iba de Miranda a Pancorbo, dos puntos fuertes con guarnición francesa, a solo 10 km del primero y 5 del segundo. Entre ambos puntos los franceses podían hacerse señales ópticas, y un tiroteo intenso podría ser percibido desde ellos. Pero en la práctica las señales y escuchas no les bastaban para controlar el territorio).
“Tres gendarmes marchaban como exploradores por la derecha del camino real. Al llegar cerca de esta población, descubrieron un pequeño pelotón de guerrilleros a pié. Sin tiempo para dar media vuelta y prevenir a la escolta , dispararon sus armas para dar la alarma. Al descubrirse así la emboscada, la infantería enemiga apareció por todas los costados, mientras que del poblado surgía al trote la caballería.
Sin perder un instante, el subteniente Clerjeaud se lanzó con la escolta hacia la izquierda de la carretera y rápidamente ganó la posición que domina el valle del río Oroncillo: llegó en buen orden, tras haber perdido algunos hombres y caballos, rechazndo una y otra vez las cargas de los españoles. Desde allí, el oficial francés ordenó la retirada en dirección a Pancorbo, siguiendo las montañas situadas entre Bugedo y Oron.«
(Parece que esta vía de escape la tenían estudiada …)
«Entretanto el postillón y el cartero habían sido muertos por los asaltantes que se hicieron con la valija y los despachos que contenía. Continuando su repliegue, los soldados franceses, atacados por todas partes, mostraron un gran valor y no se dejaron superar. Pront los cartuchos empezaron a escasear; a fin de no derrocharlos inútilmente , dejaban que los españoles se acercaran al alcance de las bayonetas y, disparando a quemarropa, abrían sangrientos huecos en sus filas. Cuando se les acabaron las municiones, los gendarmes y soldados de la escolta, rodeados y presionados por todas partes, realizaron una furiosa carga a la bayoneta, acuchillando a todo lo que se oponía a su marcha, y abriéndose paso, dejando el camino sembrado de muertos y heridos, hasta el pueblo de Oron, a donde acababan de llegar los refuerzos salidos de Miranda.
Cubriendo personalmente la retirada de los heridos, el subteniente Clerjeaud (…) cayó gravemente herido y fue capturado por el enemigo. El jefe de batallón Roumette, al oir el tiroteo, habia mandado salir de Miranda 80 gendarmes y después partió con las tropas disponibles de la guarnición con una pieza de artillería. Esta fuerza de socorro se posicionó cerca de Oron y con un bien dirigido fuego de mosquetería y con los tiros de metralla del cañón detuvieron a los españoles que perseguian con saña a los supervivientes de la escolta.
Así finalizó, tras mas de dos horas de combate, una acción donde 134 valientes pelearon contra más de 3000 guerrilleros (…). De los 78 gendarmes presentes, el escuadrón perdió 34 y 12 caballos, sufriendo además 7 heridos. El 54º de línea tuvo 22 muertos y 8 heridos. Las pérdidas de Longa fueron considerables, sin que haya sido posible calcularlas«.
El combate debió ser terrible. Casi la mitad de la fuerza francesa resultó muerta. El escaso número de heridos indica que no se hicieron prisioneros. Posiblemente aún hubo mas bajas, pues la expedición de socorro que bajaba de Pancorbo fue emboscada por los guerrilleros.
Por parte española indicaban que sus bajas habían sido la mitad que las de los franceses. Cifra que se antoja escasa si realmente fueron detenidos por la metralla del cañón.
Escenas parecidas se sucedían en esos meses.Los franceses no conseguían siquiera que el correo imperial llegara a Madrid.
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